Excursiones cercanas a Marrakech: Valle de Ourika, Toubkal, Cascadas de Ouzoud y Ait Bougomez

Además de las ciudades más cercanas y el desierto relativamente próximo, la cercanía de la cordillera del Atlas permite realizar excursiones desde Marrakech a bellos parajes naturales. Valles, cascadas y pequeñas aldeas rurales de mucho interés paisajístico está situadas a una distancia que permite visitarlos desde Marrakech en un día. Estos son algunos de los más interesantes:

Valle de Ourika

Es la excursión más sencilla para quienes visiten Marrakech. Incluso es una opción muy popular para una escapada breve por parte de los propios habitantes de Marrakech. Sin embargo, esto no quiere decir que sea menos atractiva por ello. Al contrario, es posiblemente la mejor opción para quien quiera tomarse un día de relax en la naturaleza. Es posible que, sobre todo durante el verano y los días festivos, esté un poco masificado de visitantes, pero uno sabrá cómo encontrar el camino para alejarse de las aglomeraciones.

Te puede interesar: Excursión de un día al Valle de OurikaEl valle está situado a unos 45 minutos de Marrakech en Grand Taxi, aunque hay unos 30 kilómetros entre la localidad de Ourika –donde se puede decir que comienza el valle-, hasta Setti Fatma, que es donde acaba la carretera y se pueden contemplar las mejores vistas. En este último tramo, la carretera sinuosa transcurre junto a un pequeño río que anticipa los paisajes que se contemplarán más adelante y cuenta con bastantes restaurantes para comer en sus orillas.

Setti Fatma es el lugar más interesante, hablando de naturaleza, del valle. Es un pueblo muy pequeño, junto a un riachuelo, encajonado entre montañas. Es bastante turístico, ya que los coches no pueden ir más allá y se comprende cuando se inicia el camino a las cercanas cascadas.

Las siete cascadas, de las que sólo pueden verse las dos últimas en la zona más baja de la montaña, están a una media hora a pie desde el pueblo, siempre subiendo por un camino pedregoso de montaña. Con un poco de buena orientación –sobre todo si se sigue a algún turista y se toman como orientación los puestos de recuerdos y los restaurantes-, se puede llegar sin necesidad de acudir a los servicios de los habitantes del valle que hacen de guía. Eso sí, para quien no quiera complicarse, recomendamos contratarlo. Su tarifa suele ser de unos 5 euros por persona y te da la posibilidad no sólo de subir hasta las cascadas, sino de hacer algún recorrido posterior por las montañas a pie y conocer más de cerca zonas del valle a donde llegan pocos turistas.

El camino para llegar a las cascadas discurre paralelo a los arroyos que bajan de las montañas y entre mucha vegetación, por lo que suele ser un lugar muy fresco. En varios recovecos del camino hay pequeños restaurantes improvisados donde se puede comer un tajin tumbado sobre mantas y cojines, como si fuera un picnic. Muy recomendable.

Para llegar al valle de Ourika, lo mejor es alquilar un Grand Taxi para todo el día en Marrakech. El precio dependerá de la capacidad negociadora, pero se podría sacar con un poco de habilidad por unos 300 dirhams.

El Monte Toubkal y Oukaimedene

No muy lejos del Valle de Ourika y de Setti Fatma está el Parque Nacional del Toubkal, donde está situada la montaña más alta de Marruecos y de todo el Norte de África, con una altura de más de 4.100 metros, además de la estación de esquí de Oukaimedene. Sin embargo, las conexiones por carretera entre ambas zonas no son especialmente buenas, lo que supone tener que hacer bastantes kilómetros para llegar de una a otra.

El Monte Toubkal (también conocido como Jebel Toubkal) es una de las excursiones preferidas en Marruecos para los amantes de la montaña y del senderismo. Por lo que dicen quienes la han realizado, no es una subida especialmente difícil durante el verano, pero sí que requiere unos mínimos cuidados y la precaución típica de todas las rutas de montaña: ropa y calzado adecuados, agua y comida en abundancia y abrigo suficiente para pasar la noche, ya que la subida y bajada de la montaña requiere hacer noche en el camino. Intentar subirlo en invierno, por supuesto, requiere mucha más atención y cuidado y no es recomendable en absoluto para los no iniciados en el montañismo.

Desde Marrakech se pueden contratar excursiones completas que incluyen la subida al Toubkal en grupo, haciendo noche en la montaña. Para quienes sean inexpertos, conviene subir en un grupo organizado y seguir todos los consejos de los guías. Quien quiera algo un viaje algo más improvisado, puede contratar también guías independientes locales al llegar al pueblo de Imlil, que es donde acaba la carretera y comienza la ascensión.

Evidentemente, quien prefiera no subir a la montaña, puede hacerlo y quedarse en Imlil y sus alrededores disfrutando de la vista de las cercanas montañas.

Para quien quiera esquiar, tiene la posibilidad de hacerlo en la estación de Oukaimedene, la única estación de esquí de Marruecos, con todas las actividades que podría tener en cualquier estación europea, aunque la nieve suele escasear a partir del mes de marzo.

Para llegar hasta los pies del Toubkal o ir a Oukaimedene, se puede alquilar un grand taxi. En el caso del Toubkal, hay que llegar hasta el pueblo de Imlil en un trayecto cercano a las dos horas y media y continuar desde allí a pie; mientras que a la estación de esquí se puede llegar con facilidad en coche –también, en este caso, lo ideal es contratar un grand taxi para todo el día. Para quien quiera hacer noche en el Toubkal, es más que probable que el grand taxi no esperará hasta el día siguiente a no ser que se le pague muy bien, por lo que quizá es mejor contratar una excursión completa en alguna de las agencias que operan en Marrakech.

Cascadas de Ouzoud

Otra de las opciones de excursiones de naturaleza cercanas a Marrakech son las Cascadas de Ouzoud, a algo más de 150 kilómetros al noreste de Marrakech. Es un estilo similar a lo que se puede contemplar en las cascadas de Setti Fatma, en el Valle de Ourika, pero con mayores dimensiones. En concreto, las tres cascadas dejan caer el agua del río Ouzoud desde una altura de más de 100 metros, confeccionando un paisaje natural impresionante.

Una vez vistas las cascadas, se pueden visitar los pueblos del valle, de tradición bereber, como la de Tanaghmelt o seguir los caminos de tierra que llevan hasta pequeñas pozas donde es posible bañarse o hasta las cuevas cercanas. Hay que tener ganas de andar, pero se presuponen cuando se ha elegido este destino. Contratar un guía local de los que se ofrecen al llegar a la zona es una buena opción si se quiere recorrer el valle a pie.

Para variar, en este caso también es recomendable contratar un grand taxi para todo el día, especialmente si se va en grupo. Si se quiere hacer una excursión algo más larga o aventurera, se puede ir a la cercana ciudad de Azilal en autobús y, desde allí, buscarse la vida en algún grand taxi colectivo que lleve hasta las cascadas. El viaje, en coche y sin paradas, está alrededor de las dos horas y media.

Valle de Ait Bougomez

Ua zona muy recomendada también como excursión cercana a Marrakech, aunque nosotros no tuvimos la oportunidad de visitarla, es la del Valle de Ait Bougomez. Está situada muy cerca de las cascadas de Ouzoud y su atractivo reside, principalmente, en la arquitectura de sus pueblos y sus paisajes naturales de montaña. En invierno es frecuente encontrarse nieve en la zona. No es difícil llegar a los pueblos más importantes de la zona, como Agouti o Tabant, por carretera aunque sí que conviene armarse de paciencia. Una vez en la zona, hay muchos caminos que son sólo accesibles con vehículos todoterreno o a pie.

Es una zona muy recomendable para el trekking y el senderismo y tampoco demasiado masificada aún, aunque sí que es verdad que en sus zonas más populares y fáciles de llegar en coche llegan bastantes turistas desde Marrakech, muchos de ellos en grupos organizados por agencias de la ciudad.

Para quien quiera ir por su cuenta, podrá ir en un viaje de un día alquilando un grand taxi o, si quiere estar más tiempo, sale mejor llegar en autobús a Azilal- situada bastante cerca del valle- y buscar allí un grand taxi colectivo que haga el recorrido hasta Tabant. No son frecuentes, así que también podría valer rascarse el bolsillo para contratar uno que haga el recorrido. Para la vuelta, se puede intentar convencer al taxista para quedar con él a un día y una hora o, directamente, esperar en Tabant a que salga algún grand taxi con plazas libres o, menos recomendable pero también efectivo, llegar a algún acuerdo con algún conductor particular que haga la ruta.