Consejos para la estancia en Marrakech

-Ojo con la época del año escogida para viajar. Marrakech está en el interior y en la zona sur de Marruecos, por lo que el calor en verano es agobiante. Lo mismo sucede con Ouarzazate o el desierto. Sin embargo, en invierno pueden ser también bastante fríos. El mejor periodo para visitar la ciudad es en primavera o a principios del otoño. Sin embargo, en Essaouira- a la orilla del mar-, mejor en verano, ya que a partir de septiembre los vientos son demasiado fuertes y molestos.

-A la hora de planificar el viaje hay que tener en cuenta, también, las fechas del Ramadán. Como es un periodo que viene definido por el calendario lunar, cada año son diferentes, así que hay que consultarlas antes. El turista no tendrá problemas para encontrar lugares donde comer o beber durante el día, pero de un modo mucho más discreto que en otras épocas. Encontrará, también, menos gente por las calles durante el día; pero muchísima más animación por la noche. Los museos y monumentos también cierran un par de horas antes durante estas fechas.

-La diferencia horaria entra Marruecos y España es de una hora menos en invierno que llegan a ser dos en algunos momentos del verano, dado que las fechas de cambio de hora no son las mismas que en España.

-La Medina es muy complicada para orientarse. Si tienes la oportunidad, hazte con un buen mapa. Aunque, a veces, ni siquiera nos sirve esto. Lo mejor es tomar puntos de referencia para orientarse: plazas, puestos, esquinas… y ubicarlos en el mapa. En el caso de estar totalmente perdido, suele ser mejor ir hacia el sur, a la plaza Jemaa El Fnaa y volver a empezar el camino; aunque también los responsables de los puestos del zoco podrán orientarte.

-Desde otras zonas de la ciudad, el minarete de la mezquita de Koutoubia es un muy buen punto de referencia. Dirigiéndose hacia él se llegará siempre a pocos metros de la plaza Jemaa El Fnaa.

-El tráfico en Marrakech resulta, a veces, demasiado caótico, pero hay que tener especial cuidado con las motocicletas en las zonas de callejones estrechos como la Medina o la Kasbah. Algunas van muy rápido y aparecen en medio de los peatones casi sin avisar. Para quien quiera probarlas, hay varias tiendas de alquiler de bicicletas y motocicletas en la ciudad; pero que tenga cuidado, ya que el tráfico no es especialmente fácil.

-Aunque todos los taxis tengan el mismo color crema, hay dos tipos de taxis con funciones diferentes en la ciudad. Los Petit Taxi, son coches pequeños que sólo pueden hacer recorridos dentro de la ciudad de Marrakech y disponen de taxímetro. Los Grand Taxi son los Mercedes que pueden realizar recorridos a ciudades cercanas. Los Grand Taxi no hacen, por lo general, recorridos internos en la ciudad y los Petit Taxi no pueden salir de Marrakech.

-A primera hora de la noche, el tráfico suele ser bastante más intenso que durante la mañana y resulta mucho más costoso encontrar un taxi. Por la noche, además, los taxistas cargan un 50% de suplemento al precio de la carrera y, además- si resulta muy difícil cogerlo- es muy posible que intenten negociar antes un precio que sea aún más ventajoso para ellos.

-Si te gusta lo tradicional, aunque esté en una zona sucia, caótica, de calles estrechas y a la que no se puede acceder en coche o en taxi, alójate en algún Riad en la Medina. Si buscas una estancia algo más cómoda, occidental y convencional, quédate en alguno de los hoteles de la zona de Gueliz.

Si vas en coche, no esperes encontrar aparcamiento en la Medina. En ese caso, mejor que te alojes en Gueliz, donde podrás aparcar el coche sin problemas, o que dejes el coche en alguno de los parkings de allí y sólo vayas a rescatarlo para hacer excursiones.

-En las excursiones, por lo general lo mejor es contratar un Grand Taxi por todo el día para que os lleve. Si sois más de dos personas, suele compensar el precio. No os olvidéis de regatear. Podéis encontrarlos en muchos sitios o, incluso, pararlos por la calle. Pero el mejor lugar para contratarlos es la parada del final de la calle Bab Agnau, unos 400 metros al sur de la plaza de Jemaa El Fna, donde siempre hay parados decenas de ellos. Para una persona sola, hay empresas que organizan excursiones y que pueden ser una opción interesante.

-Se puede ir y volver a Essaouira o Ouarzazate en el mismo día contratando un Grand Taxi a primera hora de la mañana (no os olvidéis de madrugar). A Essaouira, incluso, se puede hacer ida y vuelta en el mismo día en autobús. Da para ver un poco la ciudad y comer bien. Para el desierto (Zagora), sin embargo, contad con hacer una noche.

-Marrakech es bastante segura, aunque algunas calles de la Medina o la Kasbah puedan parecer oscuras, estrechas y peligrosas a simple vista. Tened únicamente cuidado con algún raterillo que pudiera aparecer en las aglomeraciones de la plaza Jemaa El Fna. En la medina y los zocos podéis encontraros con algún adolescente pesado que os quiera conducir a los sitios a cambio de alguna propina, pero no hay peligro con ellos.

-Los zocos son algunas de las zonas más animadas y divertidas de la ciudad. Siempre se acaba comprando algún regalo. Hay que regatear fuerte.

-Será bastante habitual, sobre todo si eres joven, que haya gente que te salude e, inmediatamente después, pretenda venderte hachís. Sé un poco consciente y no compres –o si lo haces, ten cuidado a la hora de comprarlas- o consumas sustancias que también son ilegales en Marruecos. Te puedes meter en un lío importante.